El estudio de los procesos recursivos llevó a situar a la misma cibernética como objeto de estudio. Es la metacibernética, la cibernética de los sistemas observantes no de los sistemas observados. El sistema sujeto toma consciencia de sí mismo para zambullirse sin complejos en los sistemas que lo conforman.
A los nombres del artículo, a mi me gustaría añadir también a un filósofo como Heidegger que hizo tanto hincapié en el sujeto que se relaciona con su universo, le dio tanta importancia que lo consideró la vía regia para acceder al conocimiento del “ser”. Y a los equipos multidisciplinares que desarrollaron los modelos conexionistas de la mente, que trascendiendo el dualismo, han relacionado de forma sistemática el observador con la representación de lo que le rodea, empezando por él mismo. Teniendo en cuenta que la solución de continuidad de sujeto y objeto en la mente, es una convención que a veces realizamos para modelar lo que percibimos.
También me apetece traer aquí a ese Buda mítico que hizo del problema del yo el principal de su búsqueda, que hizo de la paradoja su experiencia especial, apreciando que no hay yo, pero que no deja de haberlo, si bien en un continuo cambio fundido con lo que le rodea, que hace fuente de sufrimiento el intento de aferrarse a él.
Ya más cercano a nosotros es grato para mí apreciar con reverencia aportaciones como la de De Shazer, que me hizo eco de que el sistema terapeutico observador y la escena terapéutica tras el cristal forman un ecosistema común que derriba dicho supuesto cristal de la cámara Gessel que “los separaba”. También me hizo eco de la falla de significado (Wittgestein, Derrida) que caracteriza nuestro lenguaje como medio de comunicación y que me hace abordar con humildad lo que interpreto sobre lo que me dicen las personas con las que converso en terapia, intentando no ir muy lejos en el nivel de mis interpretaciones, e intentando compartirlas en términos que podamos usar juntos.
Bueno me he enrrollao mucho, pero me lo pasé bien haciéndolo, no sé si tu harás lo mismo, pero como en cualquier caso te toca ser el lector bloggero….
A los nombres del artículo, a mi me gustaría añadir también a un filósofo como Heidegger que hizo tanto hincapié en el sujeto que se relaciona con su universo, le dio tanta importancia que lo consideró la vía regia para acceder al conocimiento del “ser”. Y a los equipos multidisciplinares que desarrollaron los modelos conexionistas de la mente, que trascendiendo el dualismo, han relacionado de forma sistemática el observador con la representación de lo que le rodea, empezando por él mismo. Teniendo en cuenta que la solución de continuidad de sujeto y objeto en la mente, es una convención que a veces realizamos para modelar lo que percibimos.
También me apetece traer aquí a ese Buda mítico que hizo del problema del yo el principal de su búsqueda, que hizo de la paradoja su experiencia especial, apreciando que no hay yo, pero que no deja de haberlo, si bien en un continuo cambio fundido con lo que le rodea, que hace fuente de sufrimiento el intento de aferrarse a él.
Ya más cercano a nosotros es grato para mí apreciar con reverencia aportaciones como la de De Shazer, que me hizo eco de que el sistema terapeutico observador y la escena terapéutica tras el cristal forman un ecosistema común que derriba dicho supuesto cristal de la cámara Gessel que “los separaba”. También me hizo eco de la falla de significado (Wittgestein, Derrida) que caracteriza nuestro lenguaje como medio de comunicación y que me hace abordar con humildad lo que interpreto sobre lo que me dicen las personas con las que converso en terapia, intentando no ir muy lejos en el nivel de mis interpretaciones, e intentando compartirlas en términos que podamos usar juntos.
Bueno me he enrrollao mucho, pero me lo pasé bien haciéndolo, no sé si tu harás lo mismo, pero como en cualquier caso te toca ser el lector bloggero….
Reflexiones al hilo de la lectura de un artículo de Sluzki: "Cibernética y terapia familiar. Un mapa mínimo"