sábado, 13 de diciembre de 2008

Quiero mi alta

Quiero mi alta. Esta es la frase que más veces escucho al cabo del día. Creo que la he escuchado tantas veces que ya no sabia ni lo que significaba.

Tengo que reconocer que es una frase que me enfadaba, y no sabia exactamente por qué. Al principio pensaba que los pacientes no decían nada con esa frase y lo que hacían era bloquear mis intentos de acceder a lo que les pasaba. Mi respuesta era el silencio, en espera de que los fármacos y el ambiente contenedor acabaran con el deseo de "libertad" y me permitieran trabajar.

Con el tiempo dejé de interpretarlo como un deseo veraz de irse de aquel sitio, ya que empecé a preguntarme ¿por qué no me piden simplemente que les abra la puerta? ¿o que le deje irse? ¿por qué precisamente me pide el alta? ¿por qué no se fugan simplemente? Rápidamente el alta se convirtió en un nuevo motivo de enfado, ya que el psicótico lo que estaba era maleado y apaleado por el sistema, y él tomaba como propio el discurso de la institución, eliminando sus propias palabras, cambiando el salir por el tecnicismo "quiero mi alta".

Esa visión del "quiero mi alta" tampoco me fue útil. Continuaba bloqueando mi trabajo. Elaboré una nueva hipótesis. Con "Quiero mi alta" el psicótico encuentra un lugar en el mundo, "estoy a merced de tí, tú eres mi carcelero y sólo tú me puede dar el alta de aquí". De alguna manera es un pensamiento estructurante, "no me voy a quedar aquí para siempre, porque algún día llegará mi alta". Esta idea comenzó a serme útil para colocarme en una posición, que yo no quería, pero que al fin y al cabo va con el sueldo. Soy un carcelero supertécnico, pero al menos puedo elegir como serlo. Puedo o no puedo putearlo.

Mi última hipótesis es que con "Quiero mi alta", realmente el psicótico te incorpora como una persona que de la que puede obtener algo de alguna manera, el problema es que no es capaz de ponerle palabras a qué quiere. Lo único que una persona encerrada puede desear es la libertad, para ello te tiene que reconocer como captor. Esta idea es la que intento aplicar ahora, aceptando mi papel "represor", pero colocando la verdadera responsabilidad del ingreso, del tiempo o de las condiciones en la transformación de la demanda "quiero mi alta" a "quiero algo para no volver aquí". Es un proceso complicado y no sé si acertado. Pero por ahora me sirve para controlar mis propias angustias.

1 comentario:

Jordy dijo...

Killo, gracias por rescatar este post. Me reafirma en mi condicion de "agente doble" de la paz social.