La técnica de la rejilla
Psicología social - Psicología constructivista e intervención social
La Técnica de Rejilla es un instrumento de evaluación de las dimensiones y estructura del sistema de construcción personal que se deriva directamente de la Teoría de los Constructos Personales (Feixas, 2003). La ventaja de la técnica de la rejilla sobre otras técnicas de evaluación de la personalidad es que capta la forma en la que una persona da sentido a su experiencia en sus propios términos. Es un instrumento muy flexible que ha sido utilizado en contextos muy distintos.
La Técnica de Rejilla consiste en un formato de entrevista que genera una matriz de datos; éstos se someten a varios análisis para revelar su estructura aparente e implícita (Feixas & Cornejo, 1996). La rejilla no cuenta con un conjunto de ítems o preguntas concretas, sino que se va construyendo con el sujeto, en función de sus respuestas (que constituyen los “ítems”) y de acuerdo con unas pautas generales. Debe quedar claro, que no hay respuestas correctas o incorrectas; se trata de que el sujeto exprese sus puntos de vista personales (subjetivos) sin que el entrevistador deba manifestar su juicio u opinión al respecto.
Para administrar la rejilla se debe introducir la técnica al entrevistado. El siguiente paso es la “obtención de elementos”, en el caso de la rejilla interpersonal (existen también rejillas del self, de diferentes roles de la misma personas, conceptos…) consiste en seleccionar un conjunto de entre 10 y 20 personas significativas dentro del circulo social del entrevistado. Además de incluir al sujeto se deben seleccionar los roles principales de la narrativa del sujeto (Padres, pareja, amigos compañeros e incluso personas non gratas). También hay que incluir al propio sujeto actualmente y cómo le gustaría ser (“yo ideal”). Adicionalmente podemos incluir otros elementos del yo en los que podemos formular hipótesis (yo si estudio lo que me gusta) o puntos temporales del pasado (yo antes de tener el accidente) que nos pueden permitir saber lo que cambió o lo que espera cambiar el entrevistado. Estos elementos se anotan en la parte superior de la rejilla constituyendo el eje de ordenadas. El siguiente paso es la “elicitación de constructos”. Como hemos visto, estos constructos son pares de opuestos, que en el caso de la rejilla obtenemos preguntando por las similitudes y diferencias entre los elementos. Hay diversas formas de elicitar constructos, Kelly (Kelly, 1955)propuso hacerlo por tríadas, Feixas y cornejo (Feixas & Cornejo, 1996) prefieren las díadas de elementos y también se puede hacer a partir de la descripción de los elementos uno a uno. Se han encontrado diferencias entre los diferentes métodos de elicitación, específicamente mayor variabilidad en el método triádico (Caputi & Reddy, 1999). Por su mayor sencillez, describiremos el método diádico. Para realizarlo se pregunta en primer lugar por las similitudes de pares de elementos (p.ej. “¿en que se diferencian tu padre y tu madre?”), de forma que todos los elementos aparecen al menos una vez en alguna de las díadas presentadas. El “yo actual” y los padres suelen aparecer con mayor frecuencia. Se comienza por las similitudes en términos de carácter y personalidad y se pide un opuesto especificando que debe ser el propio opuesto y no un opuesto semántico. Al acabar con las similitudes se sigue con las diferencias. Estos pares de características son los constructos personales que constituyen el eje de abcisas de la rejilla. Este proceso se repite con los siguientes pares de elementos hasta que se produce una saturación de constructos (habitualmente más de 15 o 20) o estos son muy difíciles de obtener.
A continuación el entrevistado debe puntuar cada constructo para cada elemento (habitualmente se hace con una escala likert de 7 o 5 puntos) obteniendo finalmente una matriz de tantas columnas como elementos y tantas filas como constructos. Cada constructo se evalúa con las puntuaciones más bajas (normalmente 1) para el polo del constructo colocado a la izquierda, la puntuación intermedia como indefinición y las puntuaciones más altas indicando que ese elemento coincide más con el polo que hemos escrito en la parte derecha de la casilla de constructo.
El análisis matemático de la rejilla ofrece múltiples posibilidades. El programa RECORD es uno de los instrumentos más completos y sencillos de utilizar. Este programa informático está disponible en la web http://www.terapiacognitiva.net/record/.
La simple contemplación cualitativa de la rejilla ya nos da bastante información de cómo la persona evalúa a la gente de su entorno. Los análisis principales consisten en índices, que nos ofrecen información sobre la medida en la que la persona se ha definido, la correlación total del yo actual con el yo ideal o con los demás (en este programa siempre se debe poner el yo ideal en la última columna para que este análisis tenga resultado). El programa ofrece también el nivel de polarización, intensidad y potencia discriminativa de cada constructo y elemento.
También aparecen los posibles conflictos cognitivos (Feixas y Saúl, 2002 identifican 3 tipos: constructos dilemáticos, dilemas implicativos y conflictos triádicos, según impliquen uno, dos o tres constructos respectivamente). Según Feixas (Feixas, 2003) los dilemas implicativos son estructuras cognitivas organizadas de tal modo que el cambio deseado en el constructo discrepante produciría también un cambio no deseado en otro constructo congruente, que supondría una alteración en el sentido de identidad por el hecho de estar ambos constructos correlacionados.
Siguen las correlaciones entre los diferentes constructos y elementos (correlaciones elementosXelementos, constructosXconstructos y constructosXelementos) que nos ofrecen la medida en que se asocian las distintas unidades de construcción. Por ejemplo podemos observar como el yo ideal se aleja de un hermano con una correlación muy baja o incluso negativa, indicándonos que puede existir un conflicto con esa persona.
El programa ofrece también dos salidas gráficas. En primer lugar aparecen los ejes, que son construidos a través de análisis factoriales. Estos constituyen un mapeado de la personalidad del paciente en el que podemos observar mejor las relaciones entre diferentes elementos y constructos. En segundo lugar el programa realiza un análisis de cluster en el que se puede apreciar diferentes niveles de agrupación. En la figura 4 podemos observar un ejemplo de cómo el programa agrupa elementos y constructos en ejes.
Existe una gran cantidad de bibliografía sobre la aplicación de la rejilla. Con esta pequeña introducción solo deseamos que el lector tenga una pequeña impresión de cómo es la prueba, como se administra y sus principales resultados. Aunque en el campo de la psicología la técnica de la rejilla es utilizada sobre todo en contextos clínicos y de orientación profesional (existen otras múltiples aplicaciones en campos de investigación de mercados, científico-técnicos, etc.).
El fenotipo autista extendido
Hace 1 día
3 comentarios:
La rejilla es una matriz como tu bien dices donde cruzas elementos (personas o "partes del yo") importantes para el cliente con constructos bipolares graduados, propuestos por el susodicho por medio de hacer comparaciones/diferenciaciones entre elementos.
Luego van puntuando los elementos en fon de los constructos. A mi me gusta que se expliquen por el camino, vamos que no tengo prisa en el proceso. De hecho me gusta que lo concreten en experiencias concretas, que lo definan, que me cuenten su propio diccionario de palabras y valores y que me PSICOEDUQUEN sobre ellos vamos.
Para mi es muy importante conocer todo esto porque veo que les llegan mejor mis intervenciones usando sus propios términos, cargados de afectividad y significado para ellos mismos.
Gracias Jabibi! Tus explicaciones han sido tan directas como un revés de Nadal.
Muy interesante, Jabibi. Siempre he tenido curiosidad por esta técnica y siempre he tenido la cabeza en otras cosas. De hecho, conocí a Gulliem Feixas en el Congreso de Helsinki y me pareció un tío bastante majo, pero estaba tan liado con otros temas, que no presté la atención que merecía a su trabajo sobre la rejilla. La próxima vez lo haré.
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