lunes, 8 de diciembre de 2008

Información extraida del periódico "Público": España no da la talla en atención a la salud mental

Los recursos destinados a los trastornos mentales son menores que en Europa, aunque se ha aprobado la Estrategia de Salud Mental para intentar paliar la situación

En comparación con el resto de países de la Unión Europea (la de los 15, antes de las dos ampliaciones posteriores a 2004), España es el país que menos recursos destina a la atención de sus enfermos mentales, por debajo de países como Italia, Grecia o Portugal.
La revista The Lancet publicó recientemente un informe titulado Los sistemas de salud mental en los distintos países: ¿dónde estamos ahora?, una radiografía de la atención prestada a la salud mental en los diferentes rincones del planeta. Los países pobres pierden por goleada respecto a las naciones más ricas, pero entre éstas también se observan diferencias notables.
Para diagnosticar el estado del tratamiento de la salud mental, los científicos dirigidos por el investigador K. S. Jakob, del Christian Medical College de Vellore (India), midieron una serie de parámetros. Entre éstos, el número de psiquiatras y enfermeras especializadas en salud mental por cada 100.000 habitantes, las camas dedicadas por cada 10.000 ciudadanos, así como el número de países que cuentan con un plan específico en salud mental o con una legislación concreta al respecto.
Según el artículo de The Lancet, los españoles tienen a sus disposición 3,6 psiquiatras por cada 100.000 habitantes, la tasa más baja de la UE. En Grecia, que ocupa el primer puesto, la cifra asciende a 15. El experto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Marco Garrido, uno de los autores del informe, explica: “Hay que tener en cuenta que estos datos son anteriores a la transferencia de las competencias a las comunidades autónomas”.

Tercer puesto por la cola

El director de la Agencia de Calidad del Sistema Nacional de Salud, Alberto Infante, sostiene que, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Sanidad y Consumo, la cifra asciende a 6,3 psiquiatras por 100.000 habitantes, lo que aún deja al país en el tercer puesto por la cola de Europa.
Algo parecido sucede con los enfermeros psiquiátricos. Sólo Grecia presenta una cifra inferior a los 4,2 enfermeros especialistas por cada 100.000 habitantes de España.
El portavoz del Consejo General de Enfermería Rafael Lletget recuerda que en España hay un déficit “tradicional” de enfermeros en general, y añade que además no se suele exigir el título de especialista en Salud Mental, por lo que la mayoría de los profesionales en estos servicios no está especializada. Para Infante, este estudio es “cuestionable por su metodología limitada, ya que se ha hecho con fuentes secundarias”.

La cenicienta del sistema

El profesor de Psiquiatría de la Universidad de Granada Francisco Torres opina que la salud mental en España está desatendida. “No es una prioridad política”, afirma. Algo con lo que coincide el coautor del informe Garrido, que la define como “la cenicienta del Sistema Nacional de Salud”.
Para este investigador la clave está en la considerable dificultad para medir los resultados de las intervenciones: “Si se invierte más en promover los trasplantes, por ejemplo, en seguida sube la tasa de trasplantes realizados; si lo haces en salud mental, no necesariamente curas a más gente, por lo que no se consiguen resultados en cifras”.
En 2006, el Consejo Interterritorial de Salud aprobó la Estrategia de Salud Mental. Su coordinador, el psiquiatra Manuel Gómez Beneyto, opina que ahora mismo “España está a la cola de Europa” y que hay desigualdades entre las comunidades autónomas. Dada esta situación, Gómez Beneyto define como “un gran acierto” la decisión del Ministerio de Sanidad de convocar a las sociedades científicas, civiles e instituciones relacionadas con la salud mental para desarrollar la estrategia finalmente aprobada, de la que destaca que “trata de mejorar y equilibrar la calidad de la asistencia a la salud mental”.
Para este experto, lo mejor de esta estrategia es que incluye un sistema de evaluación con indicadores cualitativos: “Cuando pasen dos años de su aprobación se verá qué está pasando. Desde luego, para cumplir los objetivos, es necesario aumentar los recursos, aunque dicho aumento no puede imponerlo el Ministerio, sino cada comunidad autónoma, por cómo está configurado nuestro sistema sanitario”. Las autoridades sanitarias pondrán en marcha en noviembre un Centro de Investigación Biomédica en Red para acelerar la aplicación real de la investigación en salud mental.

1 comentario:

Alvaro dijo...

Como dice el Chapulin Colorado.... Lo sospeché desde un principio.